jueves, 23 de julio de 2020

La izquierda y sus aliados quieren a los adultos mayores lejos del Plebiscito

Increíblemente, todavía sigue en pie la idea de realizar el nefasto referéndum, fijado para el domingo 25 de octubre del 2020.

Si bien ya lo he dicho en diversas oportunidades, nunca es tarde para volver a insistir en algo que ya es evidente: el Plebiscito Constitucional no debe realizarse. Originalmente, cuando fue anunciado esa noche del 15 de noviembre del 2019, se suponía que este Plebiscito serviría para frenar la violencia terrorista del Estallido Antisocial, pero nada de nada. El terrorismo siguió igual que antes, y si paró sólo fue por la llegada de la pandemia de coronavirus, en marzo de este año. Es decir, el referéndum fijado no logró su cometido y resultó ser un completo fiasco.
No quieren el voto de los ancianos.

Una vez dicho esto, sigo constantando con espanto que al parecer toda la clase política está empecinada en hacer sí o sí este plebiscito constitucional, fijado para el domingo 25 de octubre de este año. Ni siquiera que estemos en plena pandemia por coronavirus ha amainado la fiebre irracional de ejecutar este sufragio que ya demostró su inutilidad, pues no sirvió para lo que fue creado.

Sin embargo, mirando entre aguas veo un motivo mucho más siniestro del por qué de la insistencia de hacer este Plebiscito en octubre, pese a que cualquier persona con más de tres neuronas se daría cuenta que es una locura. Lo que la izquierda busca es impedir que miles de adultos mayores vayan a votar, amenazados por el temor al contagio por coronavirus, justamente porque esta nefasta enfermedad a quienes más ha matado ha sido a los ancianos.

Bien es sabido que muchos adultos mayores son de ideas conservadoras, las cuales se adecuan mucho más a la permanencia de nuestra actual Constitución que a un cambio de ella. Entonces la izquierda, confabulada con la ultraizquierda cavernaria y con la pseudoderecha acomplejada, apuestan sí o sí por hacer este referéndum en un par de meses más. Ellos pretenden dejar de lado la opinión de miles de ancianos temerosos de la pandemia, que de seguro no podrán expresar en las urnas su negativa respecto a la ola de demagogia que en estos momentos afecta a nuestra política, por miedo a contagiarse con el Covid-19. Hasta para eso son perversos los izquierdistas y sus aliados.

No hay comentarios: