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| Cambio de Gabinete de este martes. |
Poco más de un mes alcanzó a estar en su cargo Macarena Santelices. La ministra de la Mujer había asumido su rol el pasado miércoles 6 de mayo, y este martes 9 de junio presentó su renuncia. Más allá de las razones que ella haya tenido para dimitir a su puesto, no deja de llamar la atención el poco tiempo que estuvo en dichas funciones.
Apenas se comunicó la renuncia de Macarena Santelices, se informó que su reemplazante sería la ex diputada Mónica Zalaquett, la cual fue nombrada por el presidente Sebastián Piñera como la nueva secretaria de Estado durante la misma jornada en que su difundió la noticia.
En lo personal, me chocó que Macarena Santelices haya durado tan poco como ministra. Sin embargo, parte de mí también la comprende: hoy en día hay que tener cuero de chancho para asumir un cargo público, ya que sea cual sea ese puesto va a recibir de inmediato una crítica descarnada por parte de los sectores de ultraizquierda. Y en el caso del Ministerio de la Mujer, los ataques muchas veces serán aún peores, ya que provienen desde las organizaciones de feminazis, que son justamente uno de los grupo de interés más extremos y cavernarios de toda la esfera política nacional.
Desde ya, no queda más que desearle lo mejor a la ministra Mónica Zalaquett. Lo primero, que escuche primero sus convicciones, y segundo a sus asesores. Y tal vez lo más importante: que no le dé mayor importancia a los ladridos furibundos de las feminazis (feministas neomarxistas). Esa gente siempre va a criticar siempre, haga lo que haga un gobierno de centroderecha.
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