El monstruo acuático del Devónico. |
Los euriptéridos fueron uno de los grupos de criaturas prehistóricas más aterradoras que han existido. Estos artrópodos quelicerados son considerados el tipo de artrópodos de mayor tamaño a lo largo de la evolución. Eran animales parecidos a los crustáceos, pero con una cola que hacía recordar a los alacranes, razón por la cual se ganaron el apodo de "escorpiones marinos" (aunque nada tenían que ver con los arácnidos, salvo por la presencia de quelíceros probablemente venenosos).
Todos los euriptéridos fueron seres de comportamiento acuático o anfibio, siendo el más conocido de ellos el corpulento Pterygotus, que tenía un largo total de entre dos a tres metros desde la cabeza hasta la cola. Sin embargo, aún más grande que el Pterigotus fue el Jaekelopterus, cuyo cuerpo medía tres metros, pudiendo llegar hasta los 4 metros con los quelíceros extendidos.
Dentro de las características anatómicas de esta bestia primitiva está su particular cola (o telson), bastante aplanada, pero que terminaba en un grueso y potente aguijón ponzoñoso, con el cual aniquilaba a sus víctimas. Este animal poseía cuatro pares de patas además de sus quelíceros provistos de tenazas. Otra de sus cualidades eran sus prominentes y enormes ojos oscuros, los cuales le permitían tener una visión periférica para poder observar bien a sus presas.
Este artrópodo existió hace unos 390 millones de años durante el Devónico medio. Se conocen dos especies: Jaekelopterus rhenaniae (descubierta en Alemania) y el Jeakelopterus howeii (de Estados Unidos). Además es estudiada una posible tercera especie, también de origen norteamericano: el Jaekelopterus marylandicus.
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