La nueva ministra de la Mujer. |
Antes de hacer cualquier comentario, voy a ser bastante claro en decir las cosas: para mí, el Ministerio de la Mujer ni siquiera debería existir, sino que lo ideal será que fuese una subsecretaría. No puede ser posible que en un país relativamente pequeño como Chile tengamos 24 ministerios... ¡sí, 24 ministerios!, ¿y después nos quejamos del Estado paquidérmico que poseemos?
En fin, pero ese es tema para otro debate. Lo que hoy se toma la palestra es el reciente nombramiento de Macarena Santelices como Ministra de la Mujer. De partida, me parece un nombre idóneo para el cargo, pues esta militante de la UDI (Unión Demócrata Independiente) ya tiene experiencia política previa, puesto que fue alcaldesa de Olmué. Y además representa a la mujer de las regiones.
Sin embargo, una vez más la ultraizquierda cavernaria se va en picada en contra de un nombramiento del presidente Sebastián Piñera. Ahora le sacan en cara que Macarena Santelices es sobrina-nieta del General Libertador Augusto Pinochet (lo cual yo considero que es mucho más un plus y un honor para ella que un problema) y que alguna vez dijo que "no podemos desconocer lo bueno del régimen militar", frente a algo que es evidente: el Gobierno Militar fue un excelente gobierno bajo casi cualquier parámetro posible.
De todas formas, no deja ser llamativo el odio con que la ultraizquierda la ha atacado durante esta jornada: ¿Acaso la ministra Santelices tiene la culpa de ser la sobrina-nieta del General Libertador Augusto Pinochet? Obviamente no... ¿Acaso los comunistas y sus aliados quieren que nunca más en la Historia un pariente o familiar de Pinochet ostente un cargo público? al parecer eso desean los muy nefastos.
Sea como sea, me da lo mismo lo que diga la oposición. Yo digo con toda la fuerza posible: Bienvenida ministra Santelices, y espero que esté a la altura de las circunstancias. Si algún error comete en su labor, obviamente lo criticaré, pero querer borrar del mapa de antemano a alguien por ser familiar lejano de otra persona me parece una soberana estupidez.
Toda la suerte en el cargo, ministra.
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