Dentro del panteón de
esta cultura del norte de África existieron numerosas criaturas realmente
insólitas y singulares. Acá les mostramos una de las más importantes de ellas
Si por algo se caracterizó la cultura egipcia fue por su
frondosa y creativa mitología. Gran parte de su panteón politeísta poseía
personajes únicos que no se repitieron en ninguna otra civilización, siendo la mayoría
de ellos seres zoomorfos, con aspectos que estaban a medio camino entre humanos
y bestias. Dentro de esos dioses, tal vez uno de los más extraños era Ammyt,
una criatura siniestra con cabeza de cocodrilo, exuberante melena de león,
patas delanteras de leopardo y traseras de hipopótamo. Pero aparte de su
apariencia monstruosa, lo que en verdad hacía diferente a Ammyt era su función:
era el devorador de almas, es decir era él quién decidía si los muertos
ingresaban al paradisíaco Aaru junto a Osiris, o su espíritu se corrompía para
siempre.
El siniestro Ammyt |
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