Desde tiempos inmemoriales los osos han sido animales capaces de generar en los humanos sensaciones muy variadas, las cuáles van desde la ternura extrema al ver un osezno pequeño hasta el temor al toparse con un grizzly adulto enfurecido. Pero dentro de toda esta familia de impresionantes mamíferos, casi ninguno fue tan grandioso como el ya extinto Arctodus simus ("oso de hocico corto")
Medía 3,7 mts. de alto |
El Arctodus simus fue el predador terrestre más brutal de los últimos 800 mil años, además de ser considerado uno de los dos máximo titán que ha existido dentro de la formidable familia de los osos, honor que comparte junto al también gigantesco Arctotherium angustidens.
Al igual que los osos pardos actuales, este imponente mamífero omnívoro habitó en Norteamérica, extinguiéndose recién hace unos 12.500 años.
Debido a su descomunal potencia física, además de buenos reflejos, velocidad y cierto grado de astucia, se trató de un cazador bastante exitoso que habitó desde Alaska hasta México, siendo el oso más abundante de todo el continente. Un individuo adulto necesitaba al menos 16 kilos diarios de carne para poder sobrevivir. Sin embargo, otras investigaciones sostienen que en realidad fue un animal omnívoro.
Su desaparición coincide con el auge del oso pardo actual, el cual no era tan brutal pero sí más perceptivo, inteligente y cauteloso. Pero de seguro, lo que finalmente gatilló su desaparición fue el perfeccionamiento en las técnicas de caza de los hombres primitivos, los cuales trabajaban en equipo para terminar con la vida de estos robustos pero a la vez torpes gladiadores.
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