Una bestial rana carnívora. |
De haber existido en nuestros días, el Beelzebufo ampinga bien podría ser denominado “la rana del infierno”, ya que no sólo fue el batracio más brutal que ha existido, sino que también el más grande.
Según publica la revista especializada Scientific Reports, el Beelzebufo ampinga tenía una mordida tan potente que era capaz de cazar, moler e incluso devorar a dinosaurios pequeños.
“A diferencia de la gran mayoría de las ranas que tienen mandíbulas débiles y habitualmente consumen pequeñas presas, las ranas cornudas emboscan animales tan grandes como ellos mismos – incluyendo otras ranas, serpientes y roedores, y sus poderosas mandíbulas juegan un papel crítico en agarrar y dominar a la presa“, comenta Marc Jones, coautor del trabajo de la Universidad Estatal Politécnica de California en Pomona (California) y de la Universidad de Adelaida (Australia).
Esta rana existió hace unos 68 millones de años (período Cretácico) en lo que hoy es Madagascar. Medía más de 40 centímetros de largo y pesaba 4,5 kilos. Sin embargo, el dato más impresionante era la fuerza de su mordida, la cual fue determinada en 2.200 Newtons (unos 224 kilos), muchísimo más que los 30 Newtons (3 kilos) de una rana moderna promedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario