miércoles, 30 de agosto de 2017

Un show para la historia: La tarde en que Metallica fue el Monstruo del Rock

En septiembre de 1991 se realizó uno de los megaconciertos más apoteósicos de los que se tenga memoria: fue el telón de fondo perfecto para el fin de la Guerra Fría. 

Si bien ya han pasado más de 25 años desde ese ya lejano 28 de septiembre de 1991, eso no impide rememorar esa fecha como un instante que quedó marcado a fuego para siempre dentro del universo rockero. Esa jornada electrizante fue la histórica presentación del Monsters of Rock 91, que se realizó en Moscú (Rusia) y que tuvo a Metallica, AC/DC y Pantera como principales protagonistas.
Metallica y dos millones de fans.

La expectación no era menor: era la primera vez que una banda norteamericana se presentaba en la ex Unión Soviética, lo cual permitió que multitudes provenientes de toda Rusia llegaran hasta la capital para presenciar un show inédito. Ante un público estimado en una cifra de entre 1,6 y 2 millones de personas, el que en ese momento era el grupo más influyente del orbe realizó una actuación memorable que quedará archivado para siempre dentro de los anales de los conciertos inmortales del Rock. Si algo le faltaba a Metallica para consagrarse como un cuarteto de clase mundial era brindar un espectáculo de características así de épicas.

"Cuando Metallica era Metallica" dirá alguno fanáticos de los más ortodoxos, o simplemente "Cuando Metallica era lo que nunca dejó de ser: el mejor grupo de la historia de Estados Unidos", como tantas veces lo he sostenido yo mismo. En fin, sea como sea, esa tarde memorable una ciudad entera se paralizó para ver a James Hetfield, Lars Ulrich y compañía; y un país conmocionado por los coletazos que traía el término de la Guerra Fría dejó atrás su convulsionada coyuntura para corear himnos rockeros eternos como "One", "Enter Sandman" o "Nothing else matters"... Como nunca antes -y tal vez nunca después- la música le doblaba la mano al destino, a la política y a la historia, y Metallica era el gran gestor de esa maravillosa epopeya.

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