Durante la llamada
Era de los Dinosaurios, quienes sembraron el terror fueron los cazadores. Sin
embargo, esta criatura tenía un arma secreta que lo hacían un luchador muy
potente en el uno contra uno
Hacia fines del Jurásico y principios del Cretácico habitó
en lo que actualmente son Estados Unidos y Europa uno de los dinosaurios más
emblemáticos de todos, y que hasta ahora casi con más apariciones en películas
y documentales que cualquier otro herbívoro: el Estegosaurio, cuyo nombre
significa “lagarto cubierto” o “lagarto con placas”. Efectivamente, este reptil
cuadrúpedo de 9 metros de largo y 4 de alto tenía una serie de crestas en su
zona dorsal y una potente cola provista de enormes y afiladas puntas capaces de
penetrar hasta al cuero más duro del reino animal.
El intimidante estegosaurio |
Fue hace unos 150 millones de años en que este animal tuvo
que llevar a cabo batallas épicas contra los más peligrosos predadores que
hayan existido durante la Era Mesozoica. Tal vez su oponente más tenaz fue el
Allosaurio, un carnívoro bípedo y de gran rapidez de movimientos, aunque no
menos impresionantes deben de haber sido sus peleas contra el temible
Tiranosaurio Rex, voraz bestia con la cual de seguro perdió muchas más veces
que las que ganó, pero que sin embargo no debe habérselas llevado gratis debido
a los fuertes coletazos del estegosaurio, capaces de fracturarle una pierna o
romperle la cabeza incluso al más temido de los dinosaurios.
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