Este singular animal
vivió hace más de 200 millones de años y era un terápsido, es decir un lagarto
pero que tenía muchas características de mamífero. Fue un voraz carnívoro
Hacia fines del período Triásico, existió una criatura que
habitó lugares tan variados como los terrenos que actualmente comprenden
Argentina, Sudáfrica y China. Gracias a estudios paleontológicos se ha indagado
que se extinguió hace 208 millones de años. Ese animal fue el Cygnonathus crateronotus, el único
representante del género Cynognathus.
Cynognathus era un terápsido |
Considerado hasta ahora como una especie de “eslabón perdido” de la evolución, el Cynognathus crateronotus era un
terápsido, o sea un rarísimo ser que si bien era reptil, estaba casi a medio
camino entre los lagartos y los mamíferos. Sus prominentes mandíbulas junto a
su hocico protruido y convexo, le daban el aspecto típico de un mini
dinosaurio, pero sin embargo tenía una importante particularidad: su cuerpo
estaba cubierto de pelos, aunque por contrapartida ponía huevos. Es decir, era
todo un híbrido dentro de la cadena evolutiva zoológica.
El aspecto del cynognathus era parecido al de un perro
mutante, con una cabeza un tanto desproporcionada en relación a su cuerpo: su
cráneo medía más de 30 centímetros, es decir casi un tercio de la longitud de
su cuerpo (sin contar la cola). El gran tamaño de sus colmillos indica que era
un cazador avezado, o por lo menos debe haber sido bastante feroz.
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