Smiley nació sin ojos |
Hace ya doce años nació en Stouffville (Canadá) un animal muy singular: Smiley, un perro de raza Golden Retriever que llegó al mundo sin ojos y estuvo a punto de ser sacrificado, pero gracias al destino ahora se dedica a alegrar a personas que padecen de males tanto o más graves que el suyo. Sin dudas, una historia de superación que tiene ciertos tintes sobrecogedores, casi como si se tratase de una película o un cuento.
Hace más de una década, nacía un pequeño cachorro desprovisto de ojos, al cual se le iba a aplicar la eutanasia, para evitarle una vida llena de sufrimientos y pesares. Sin embargo, la terapeuta Joanne George decidió adoptarlo y protegerlo, pero no sólo eso: lo entrenó para que pudiera desarrollar sus otros sentidos, y así aportar en una tarea tan noble como es la de cuidar a personas enfermas.
Smiley, un perrito amistoso |
Smiley es un animal tan fiel con su dueña, que para ella es mucho más que una mascota: es su compañero inseparable, su mejor amigo. “Su presencia cambió mi vida. Incluso me acompañó a mi primera cita y fue el portador de mi anillo el día de mi boda”, aseguró la emocionada Joanne George. Quien lo iba a decir: el perro fue bautizado como Smiley por su aspecto amistoso y sonriente, pero finalmente ese animal que tenía todo para haber hecho de su vida un tormento terminó dándole alegrías a todos quienes lo rodearon.
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