lunes, 26 de enero de 2015

El Decálogo de un izquierdista: Las 10 estrategias que usa la gente de izquierda en el debate político

Cuando uno pretende debatir contra alguien de izquierda, es habitual que te llegue una ensalada de insultos o improperios, o si no que hablen en todo petulante y con un volumen muy alto, casi como si estuvieran gritando. Tratan de intimidar con eso, pero al final sólo terminan descubriendo sus propias debilidades. Acá les enumero las pequeñas "manías" que tienen los izquierdistas cada vez que se trata de hablar de política con ellos... si las analizamos a fondo, podremos darnos cuenta de que la gente de izquierda es aún más predecible de lo que ellos mismos creen.

No le creo a los izquierdistas
1) Aunque no tenga nada que ver con el tema, y por muy contemporáneo que éste sea, siempre inevitablemente sacarán a flote el tema de Pinochet y los siempre manoseados Derechos Humanos. A mí en lo personal no me molesta que se hable del general Pinochet, pero me da risa eso que vivan pendientes de algo que pasó hace más de 40 años y no traten de evolucionar ni mirar hacia el futuro. Recuerda: con alguien de izquierda se puede estar hablando del cambio climático, e igual tarde o temprano tratará de desviar el tema hacia Pinochet.

2) Si no están de acuerdo contigo, lo primero que van a hacer será elevar el tono de la voz, y endurecer sus palabras, casi con una actitud desafiante. Y lo otro es que si pueden tratarán de decir el máximo de palabras en el menor tiempo posible. Esto lo hacen como tratando de intimidar, pero si se los haces ver podrás dejarlos en ridículo, pues inevitablemente esto es parte de su escuela.

3) Siempre usarán palabras que para ellos son comodines que las repetirán 20 o 30 veces cada cinco minutos de conversación: "el lucro", "la voluntad de la Ciudadanía", "la dictadura", "un montaje", "la represión", "los capitalistas", "los poderosos de siempre", "las siete familias", "las reformas estructurales" y "la voluntad popular" son sus términos más habituales. La izquierda siembre habla usando una gran variedad de eslogan.

 4) Si ven que no te pueden convencer, te dirán una y otra vez el adjetivo "fascista", como tratando de descalificarte. Pero no les hagas caso: ellos ignoran que el Fascismo nada tiene que ver con ser de derecha, porque de hecho el Fascismo era un movimiento propiamente italiano, mientras que la Derecha es universal, y además el Fascismo era estatista y corporativista, mientras que la derecha cree en la Economía de Libre Mercado o bien en la Economía Social de Mercado (que no son lo mismo). O sea, decirle "fascista" a un derechista es una muestra de ignorancia grosera.

5) Si pese a todo lo anterior, si igual ven que no pueden hacerte cambiar de opinión, inevitablemente caerán en algo más bajo pero que sólo termina por evidenciar lo más miserable de su naturaleza llena de odio y resentimiento: descalificar, incluso usando garabatos. Acá no vale la pena poner ejemplos, pero muchas veces los izquierdistas terminan usando todo tipo de groserías para referirse a quien opina totalmente contrario a ellos.

6) Aunque saben que en realidad no es así, en plena discusión siempre tratarán de intimidarte, intentando parecer "superiores" intelectualmente. Para esto, usarán una y mil veces la técnica de emplear en tu contra el calificativo "ignorante" y todos sus derivados. Te dirán "lee" o "infórmate" en diversas oportunidades, intentando hacerse pasar por los dueños absolutos de la verdad. Pero no caigas en su juego: esa arrogancia patológica es parte del escudo que la gente de izquierda utiliza para cubrir con algo de utopía la defensa de un sistema político que en la práctica hace agua por todos lados.

7) Cada vez que ellos te acusen de algo, o que critiquen a las ideas políticas que tú defiendes, y tú pongas en evidencia que la izquierda no es ninguna autoridad moral para hablar del tema (ejemplos concretos son temas como la corrupción o la defensa de los Derechos Humanos), ellos te dirán que estás incurriendo en la llamada "Ley del Empate". Pero recuerda: esa supuesta "Ley del Empate" no es más que un invento de la izquierda, a la cual apelan cuando les sacan en cara hechos ilícitos o turbios en los cuales ellos han incurrido no una, sino que varias veces.

8) Recuerda: El nivel de autocrítica tanto de los políticos de izquierda como de los talibanes que defienden esa ideología es igual a cero. Históricamente, siempre le han echado la culpa de sus errores e incapacidades a Pinochet y a los empresarios, pero ahora suman dos nuevos "culpables" para justificar tanto sus desaciertos, como sus fraudes, y sus casos de nepotismo y cohecho: Piñera y las estrategias comunicacionales de la derecha. Dicho en buen chileno, un izquierdista siempre le va a echar la culpa al empedrado, pero jamás va a admitir los múltiples ripios de sus ideas políticas, o confesar que su manejo económico va de la mano con el fracaso, la inflación y la cesantía. Parafraseando a lo que alguna vez se dijo en la Biblia, "es más fácil que un camello ingrese por el ojo de una aguja" que ver a un izquierdista haciendo un mea culpa y admitiendo las deficiencias de su fracasado sistema político.

9) El manejo comunicacional de la izquierda es inversamente proporcional a su manejo económico: En el primero, son eximios expertos; en el segundo, son unos pobres ineptos. Es por eso que cualquier discusión prefieren llevarla al campo donde más les acomoda: el de los eslogan; el de las consignas grandilocuentes, pero vacías como un globo con helio... El discurso de la gente de izquierda, debido a su inherente naturaleza utópica, muchas veces suena maravilloso, casi como un mundo de Bilz y Pap. Sin embargo, a la hora de pedirles ejemplos concretos de países en donde haya andado en forma exitosa ese modelo económico que ellos proponen, terminan patinando y deshaciéndose en excusas burdas. Como diría un viejo adagio: "Del dicho al hecho hay un gran trecho"... con la ideología izquierdista sucede algo similar.

10) Uno de los enigmas más grandes de la política es el cómo la izquierda internacional ha logrado posicionarse dentro de la opinión pública como un verdadero paladín de los Derechos Humanos. Sí, aunque suene raro, tanto políticos izquierdistas como los talibanes que practican esas ideas plagadas de odio y resentimiento, han hecho creer a muchos que son una especie de voz autorizada para hablar de la defensa de la vida. Y este caso en particular en Chile toma tintas casi más ridículos que en ningún otro país del mundo. Es así como acá en nuestra nación podemos ver cómo la ex Concertación (actual Nueva Mayoría) guarda un silencio cómplice hacia dictadores y/o asesinos de la calaña de Fidel Castro, Joseph Stalin, Ho Chi Minh, Erick Honecker o el Che Guevara, pero sin embargo critican a Pinochet: ¡hay que ser muy cara dura! Pero es ahí donde hay que apuntar y recalcarles que ellos tienen cero autoridad moral para hablar de Derechos Humanos. Hay que exponer fuerte y claro el doble estándar de la izquierda, que habla de la defensa de la vida mientras se pisa la cola al respetar y proteger a los más macabros carniceros del siglo XX. Cuando la izquierda hable de DDHH, hay que hacerle notar sus incongruencias.
Recuerde: "Las dictaduras de izquierda son la mayor piedra en el zapato para los políticos de izquierda que se llenan la boca con los Derechos Humanos".

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