No le creo a los izquierdistas |
2) Si no están de acuerdo contigo, lo primero que van a hacer será elevar el tono de la voz, y endurecer sus palabras, casi con una actitud desafiante. Y lo otro es que si pueden tratarán de decir el máximo de palabras en el menor tiempo posible. Esto lo hacen como tratando de intimidar, pero si se los haces ver podrás dejarlos en ridículo, pues inevitablemente esto es parte de su escuela.
3) Siempre usarán palabras que para ellos son comodines que las repetirán 20 o 30 veces cada cinco minutos de conversación: "el lucro", "la voluntad de la Ciudadanía", "la dictadura", "montaje", "represión", "capitalistas", "las siete familias" y "voluntad popular" son sus términos más habituales.
4) Si ven que no te pueden convencer, te dirán una y otra vez el adjetivo "fascista", como tratando de descalificarte. Pero no les hagas caso: ellos ignoran que el Fascismo nada tiene que ver con ser de derecha, porque de hecho el Fascismo era un movimiento propiamente italiano, mientras que la Derecha es universal, y además el Fascismo era estatista y corporativista, mientras que la derecha cree en la Economía de Libre Mercado o bien en la Economía Social de Mercado (que no son lo mismo). O sea, decirle "fascista" a un derechista es una muestra de ignorancia grosera.
5) Si pese a todo lo anterior, igual ven que no pueden hacerte cambiar de opinión, inevitablemente caerán en algo más bajo pero que sólo termina por evidenciar lo más miserable de su naturaleza llena de odio y resentimiento: descalificar, incluso usando garabatos. Acá no vale la pena poner ejemplos, pero muchas veces los izquierdistas terminan usando todo tipo de groserías para referirse a quien opina totalmente contrario a ellos.
6) Aunque saben que en realidad no es así, en plena discusión siempre tratarán de intimidarte, intentando parecer "superiores" intelectualmente. Para esto, usarán una y mil veces la técnica de emplear en tu contra el calificativo "ignorante" y todos sus derivados. Te dirán "lee" o "infórmate" en diversas oportunidades, intentando hacerse pasar por los dueños absolutos de la verdad. Pero no caigas en su juego: esa arrogancia patológica es parte del escudo que la gente de izquierda utiliza para cubrir con algo de utopía la defensa de un sistema político que en la práctica hace agua por todos lados.
7) Cada vez que ellos te acusen de algo, o que critiquen a las ideas políticas que tú defiendes, y tú pongas en evidencia que la izquierda no es ninguna autoridad moral para hablar del tema (ejemplos concretos son temas como la corrupción o la defensa de los Derechos Humanos), ellos te dirán que estás incurriendo en la llamada "Ley del Empate". Pero recuerda: esa supuesta "Ley del Empate" no es más que un invento de la izquierda, a la cual apelan cuando les sacan en cara hechos ilícitos o turbios en los cuales ellos han incurrido no una, sino que varias veces.
8) Recuerda: El nivel de autocrítica tanto de los políticos de izquierda como de los talibanes que defienden esa ideología es igual a cero. Históricamente, siempre le han echado la culpa de sus errores e incapacidades a Pinochet y a los empresarios, pero ahora suman dos nuevos "culpables" para justificar tanto sus desaciertos, como sus fraudes, y sus casos de nepotismo y cohecho: Piñera y las estrategias comunicacionales de la derecha. Dicho en buen chileno, un izquierdista siempre le va a echar la culpa al empedrado, pero jamás va a admitir los múltiples ripios de sus ideas políticas, o confesar que su manejo económico va de la mano con el fracaso, la inflación y la cesantía. Parafraseando a lo que alguna vez se dijo en la Biblia, "es más fácil que un camello ingrese por el ojo de una aguja" que ver a un izquierdista haciendo un mea culpa y admitiendo las deficiencias de su fracasado sistema político.
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